Boletín Dominical

LA PAZ RESISTENTE

Juan 14:27

 “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.”

Cuando Jesús ofreció esa paz verdadera pensó plenamente en ti.  Su promesa de paz se centró en tu vida.  Lo hizo para que ya no vivieras afanado por el futuro: ¿Qué será de mi vida? ¿Qué sucederá más tarde, mañana, a lo largo de la semana, del mes, de los años?  El Señor dice:  “No os afanéis por vuestra vida” (Mateo 6:25).

Te hago entonces la pregunta: ¿Hay alguna necesidad en tu vida?  Tu respuesta, sin lugar a dudas será un SI muy acentuado. Bueno, Dios conoce tu necesidad y está dispuesto a solventarla para que le des la gloria y la alabanza, y recibas la ayuda especial para logra la paz en esa circunstancia de tu vida.

No te afanes, eso pro­duce duda, desconfianza en el poder de Dios.  Si así vivimos, estamos perdiendo bendiciones y nunca seremos receptores de la respuesta que El nos envía. El afán trueca nuestra dirección, nos desvía de la realidad de Dios y nos coloca delante del derrotero de nuestra imprudencia. Nos encanta la idea de tratar de solucionar los problemas a nuestra manera.

Al confiar en Dios nuestro problema no habrá derrotas ni fallas, el Señor tiene el gran poder para darnos lo que necesitamos en un determinado problema.  Jesús te dice: “No os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su pro­pio mal” (Mateo 6:34). 

Dios cuidará de ti, y no sólo en una circunstancia especial, sino en toda la plenitud de tu vida. Si te aferras a El ahora, aun cuando  en el supuesto negado dijeras: “No tengo Problemas, no tengo necesidades”, hallarás la paz que sólo El puede darte. Una paz resistente, una paz duradera, la paz verdadera.

El Pastor